
Se agitaban en el cada día más el espíritu del servicio. El amor lo llevó a renunciar a honores y riquezas, a entregarse a los humildes dando vida a un sinnúmero de obras.
Restaurantes populares.
Pia obra de Santa Zita.
La gran preocupación de Francisco era la de quitar del peligro moral a tantas jóvenes que, lejos de su hogar, heridas en la ciudad bajaban sin trabajo en el barrio de San Donato, que constituía el centro de sus actividades, compró principio del cincuenta y ocho una sencilla casa, cuyo predio fue agrandado con la compra de algunos terrenos. Allí recibió a las jóvenes necesitadas de protección, con el fin de:
promoverlas en su formación religiosa moral y civil;
habitarlas para prestar servicio doméstico;
procurarles un empleo entre familias adineradas pero honradas;
ofrecer a las que ya no podían más prestar servicio, una hospitalidad permanente y tranquila en su vejez o cuando estuvieran enfermas.
Casa de acogida para jóvenes minusválidas.
En la misma ciudad de la mujer y bajo la protección de Santa clara creó otra sección con un grupo de muchachas que llamó clarinas a fin de tener personal estable en los quehaceres de la casa con ellas pudo hacer funcionar una lavandería con lo que también se ayudaba en momentos de angustias económicas.
Asilo para ancianas pobres
en el año 1862 funda el pensionado hospicio para damas ancianas e inválidas poniendo así su pensamiento en las personas de la tercera edad más protegidas.
Fundador de instituciones educativas
el beato Faá de Bruno merece la inclusión de su nombre entre los grandes pedagogos del mundo con las mismas prerrogativas de Felipe Neri don Bosco o San Juan Bautista de la Salle.
Fue educador eximio tanto en los niveles de educación superior, en el ámbito de la educación secundaria constituyéndose además en fundador de dos instituciones que enaltecen su recuerdo la escuela normal de señoritas y el Liceo se llevó su nombre y que perdura hasta hoy aunque con distinta modalidad propia de las hermanas mínimas de Nuestra Señora del sufragio en Turín.
El liceo científico
el deseo de hacer el bien y responder a las inquietudes de todas las clases sociales lo movió a estudiar continuamente nuevos medios de promoción humana y cristiana.
El Instituto pedagógico
Francisco faá halló un camino abierto para crear su Instituto pedagógico en atención a muchos jóvenes que venían del campo o de la misma ciudad abrirán la esperanza de obtener un título en la carrera docente.